Mamá joven gay

Mi historia comienza así: lo recuerdo tan claro como si fuera hoy.

Era un domingo de invierno, más o menos dos de la tarde, ese día habíamos invitado a mi cuñada y su esposo al almuerzo. Ese día no era diferente a muchos otros, domingo familiar, un almuerzo preparado con algunos detalles adicionales, un vino casual. Mientras yo atendía a los invitados, siento llegar a mi hijo con alguien más.

Mientras estábamos almorzando, entre conversaciones y risas, mi hijo no dejaba de mirarme y estaba como ansioso, distraído y quizás algo incómodo.

Recuerdo que comencé a retirar los cubiertos y platos de la mesa, entonces mi hijo también se levantó y me llevó a la terraza, me dice; tengo que contarte algo mamá. Pero muy nervioso no sabía cómo, estaba muy complicado, traté de darle confianza algo preocupada. Sonreí, le dije puedes empezar por el principio, respira y relájate, a lo cual él sonrió nerviosamente, le hice un par de bromas, el solo reía y decía no, de pronto no sé cómo ni porqué le dije, eres gay y sonreí nerviosamente, jajaja. Él me dijo siii eso, "Soy Gay" allí se acaban las palabras y se detiene el tiempo, los segundos se tornan eternos, esperando una reacción divina. Lo abrasé, siendo consciente y asimilando que es lo que siempre necesitará un hijo y le dije que lo amaba, que, si hay que luchar contra el mundo, lo íbamos hacer juntos y que siempre podía contar conmigo.

Recordé al muchacho que esperaba en la sala, hablamos de él de manera breve, me dijo mamá él es mi novio. Regresamos a la sala compartíamos un poco con los invitados, poco después se marcharon. Fue allí cuando finalmente mi hijo me presentó formalmente a su novio, aquel chico estaba muy nervioso, de igual manera lo abrace y bese su mejilla dándole algo de tranquilidad. Debo confesar que allí sale a flote en instinto materno y le dije; si tu amas a mi hijo, que es lo que yo más amo en esta vida, no me queda más que amarte.

El novio de mi hijo no podía creer lo que estaba sucediendo, pensaba que yo los iba a rechazar, hablamos de ellos, de su noviazgo y por primera vez en mucho tiempo vi a mi hijo tan relajado y realmente libre, pareciera que llevaba consigo un peso enorme del cuál logro desprenderse cuando sincera su realidad y da a conocer su orientación sexual.

Al día siguiente fui a trabajar, estaba escuchando la radio, cuando de pronto la locutora dijo: si tienes algún problema llámame! Realmente yo estaba como amortiguada y necesitaba contar a alguien lo que me estaba sucediendo. Fue así que la llamé anónimamente y le comenté lo sucedido el día anterior, ella fue un ángel en aquel momento. Me dijo en primer lugar te felicito, tienes un hijo valiente del cual debes estar muy orgullosa, no cualquiera tiene los huevos para decirte en tu cara "Soy Gay" tienes la suerte de tener un hijo que hablé contigo que te diga que te ama, te abrace y me dijo que ella tiene un pequeño autista. Compartimos nuestra vivencia como madres y si, ella me hizo ver muchas cosas, me amplió el panorama y me dio tranquilidad.

Janeth la locutora, me invito a una discoteca para que pudiera conocer un poco más lo que estaba viviendo mi hijo. Cuando ingresaba en la misma tenía la boca abierta de lo sorprendida que estaba, me encontré creo que medio personal de la empresa dónde yo laboraba, hombres y mujeres. Personas que en el día tienen esposa e hijos y se dicen señores, de igual manera mujeres en la misma situación, profesionales y de todo nivel no lo podía creer.

En realidad mi hijo un niño de tan sólo quince años era valiente y digno de todo mi respeto, admiración y consideración. Ame a mi hijo más que nunca. Y desde ese día, he buscado y sigo buscando aprender e informarme un poco más y poder ayudar a las personas que están en total ignorancia respecto a la diversidad sexual, como yo lo estuve un día. Es así que empezó mi lucha por los derechos de mi hijo y la población LGTBI en el activismo de DDHH. Mi hijo me enseñó a crecer como persona, como ser humano, saco de mí, cosas que no sabía que tenía, gracias a él y esta vivencia, fundé una organización en Cuenca, Ecuador. Madres de hijos LGTBI del Azuay, donde brindamos información, realizamos capacitación, acompañamiento a padres y madres de chicos de la población LGTBI.

Es cuanto puedo decir en honor a la verdad. Atentamente, Liz Campoverde de Ecuador.